Madrid, el barrio de Salamanca y su Mercado

Corría el año 1860 cuando el municipio de Madrid aprueba, por Real Decreto, el conocido Plan Castro, plan urbanístico redactado por D. Carlos Mª de Castro y González, donde se configura el conocido barrio del Marqués de Salamanca y se deja en manos de la iniciativa privada propietaria del suelo el papel de dotar al barrio de los servicios de carácter público necesarios, como es el caso de los Mercados.

Y según cuenta las crónicas del momento fue el reputado arquitecto Enrique Verdú quién una década después, en 1870, razona una propuesta por él realizada para un Mercado en el barrio de Salamanca:

Hace todavía muy poco tiempo, el límite de Madrid por el este era el hoy llamado Paseo de Recoletos; algunos años han bastado para que la iniciativa particular, respondiendo a las necesidades del vecindario de Madrid, ayudada y atendida por la Administración de celosos municipios, haya ensanchado ese límite, construyendo el populoso y elegante barrio, llamado de Salamanca, como justo tributo al nombre del infatigable e inteligente banquero creador del pensamiento e iniciador de la idea de hacer Madrid una capital digna de figurar al lado de las demás de Europa y digna también de la cultura y sensatez de sus moradores…

Pero la construcción del barrio de Salamanca no se ha limitado únicamente a proporcionar habitaciones a los vecinos de Madrid, no ha sido solamente el ensanche de la población lo que esa construcción ha conseguido, sino que he hecho una verdadera revolución en las costumbres de Madrid, y su género de vidas ha introducido la afición al bienestar en la vida interior, construyendo casas en las que, a precios relativamente bajos, se disfrutan de las comodidades que proporciona la abundancia de aire, de luz y de agua, así como de la acertada distribución de numerosas chimeneas, hoteles, palacios… ha facilitado las comunicaciones con el interior de Madrid dando lugar a la construcción de una línea de tranvía, teatros, comercios, edificios públicos, casas de banca … como prueba innegable y visible de que en él se ha sabido resolver el problema de armonizar el lujo, lo útil y lo económico.

Hay, sin embargo, una primera necesidad de que carece el barrio: no tiene un Mercado del que pudieran servirse los treinta y cinco mil habitantes que hoy le pueblan… El género de construcción destinado al objeto de Mercado era completamente n encontraban haciendo sucios cajones hasta que el primer Ayuntamiento, después de la Restauración, tuvo la fortuna de inaugurar los Mercados de La Cebada y Mostenses.

No es pues extraño que nadie haya pensado en aquello que no nos era familiar y a que no estábamos acostumbrados. Hay otra razón que creemos de más peso, para explicarnos por qué, aún hoy día, no se ha construido todavía un Mercado en el barrio: la iniciativa particular, siempre fuerte y potente para emprender negocios conocidos y mejorar los establecidos, es, en general, cobarde para aquellos que, como el de los Mercados, no conoce, y era general creencia que el Ayuntamiento no podía menos de subvenir a una imperiosa necesidad, construyendo por su cuenta el necesario Mercado del barrio de Salamanca, sin pensar, los que así creen, que esta parte de Madrid, por sus condiciones particulares, se encuentra en un caso completamente excepcional y distinto del resto..”  

El proyecto de Verdú, que se emplazaba en la manzana 246 haciendo esquina con la calle de Goya nunca fue construido.

No obstante sus esfuerzos no fueron baldíos, porque gracias a su empeño y a su revolucionario proyecto y gracias también al empeño y el impulso de los empresarios y banqueros catalanes Manuel y Jaime Girona y Agrafel, que vieron claramente la importancia de satisfacer las necesidades de abastecimiento de un barrio creado por el Marqués de Salamanca tan solo 20 años antes, el 4 de octubre de 1879 se inauguraba el Mercado de La Paz de Madrid.

El arquitecto encargado de su construcción, realizada como todos los mercados de la época en hierro y cristal, del fue Antonio Ruiz de Salces y contaba con 120 puestos, casi todos alquilados antes de la apertura del mercado, distribuidos en 4 manzanas centrales y 4 laterales, con un amplio espacio destinado a  la circulación de los clientes.

La inauguración, según el diario El Imparcial, convocó a “mucha y muy distinguida concurrencia, que fue obsequiada con un espléndido buffet”. Entre los asistentes, el mencionado diario cita al por aquel entonces alcalde de Madrid, Francisco Caballero y Rozas, marqués de Torneros, al presidente de la diputación, Dionisio Lopez Roberts, conde de la Romera y al general José Serrano y su esposa. Unos actos que finalizaron con fuegos artificiales y la música interpretada por la Real Banda del Cuerpo de Artillería.

El final de la guerra civil y el Mercado de los sesenta

Tras la finalización de la trágica contienda entre hermanos, se hace necesario reconstruir las obsoletas instalaciones del Mercado, y es el 8 de julio de 1943 cuando a través de un procedimiento administrativo de concesión de obra pública por iniciativa privada, el Ayuntamiento de Madrid otorga a la familia Loza Alonso la gestión y explotación del ya llamado Mercado de La Paz, conmemorando con su nuevo nombre el recién estrenado periodo de paz y prosperidad de España.

Como dato reseñable de esta época destacar que el Mercado de La Paz nació sin puestos o locales comerciales en los callejones de entrada por las calles de Ayala, Lagasca y Claudio Coello, y que no sería hasta 1949/1950 cuando el Ayuntamiento autorizó la instalación de comercios en estos espacios.

Vinieron los años de la posguerra y el inicio de la recuperación económica, y así llegamos hasta mediados de los años 80, que es otro momento crucial para la historia del Mercado de La Paz, ya que el Ayuntamiento rescata la concesión al anterior concesionario y tras el pertinente concurso público, se la adjudica al actual concesionario, la Asociación de Comerciantes del Centro Comercial La Paz.

En el año 1985/86 se inicia una tercera gran remodelación en la se recuperó la estructura de hierro y se modernizaron las instalaciones, firmando el proyecto el afamado arquitecto Salvador Pérez Arroyo.

El Mercado del S.XXI

Hoy en día es uno de los mercados más conocidos de España y de la capital, no sólo por estar situado en pleno corazón del  exclusivo barrio de Salamanca sino también por la increíble calidad de los productos que el cliente puede encontrar, su variada oferta de restauración nacional e internacional y porque ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin haber renunciado a un ápice de su personalidad.

Por último comentar que el Mercado de La Paz es el único en todo el mundo que vende y comercializa sus productos (frescos y línea seca) a través de la aplicación Prime Now de Amazon, hecho éste que le ha hecho merecedor de distintos galardones y reconocimiento nacional e internacional.

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